Este blog forma parte del proyecto narrativo Cuéntalo Todo, bajo la derección del maestro Sandro Cohen dentro de la materia Redacción Universitaria del Departamento de Humanidades, División de Ciencias Sociales y Humanidades de la Universidad Autónoma Metropolitana - Azcapotzalco

lunes, 12 de noviembre de 2012

La despedida

Como siempre, llegó muy puntual. Sonó el timbre. Yo, muy emocionada, corrí a abrir la puerta. Después de su escena de celos que me hizo en Six Flags, no se merecía que lo tratara bien. Así que decidí hacerme la enojada por un rato.
Al abrir la puerta trató de abrazarme, pero yo lo evadí.
—¿Qué tienes, mi amor? —me preguntó.
—No tengo nada. ¿Qué pasa, qué era lo que tenías que comentarme? —respondí con mucha indiferencia.
—Amor, no sé como vayas a tomar la noticia, pero… —contestó seguido de un suspiro muy profundo.
—¿Qué pasa Erick? ¿Está todo bien?
—Temo que no, amor. Me iré a vivir a Chihuahua. Ya no podré verte más. Y me voy por siete meses.
—¿Qué? ¿Siete meses? ¿Estás loco o qué te pasa? No puedes irte. Yo te amo.
—Lo siento, ya es un hecho. Dentro de dos días me voy. Solo podre verte mañana. ¿Estás de acuerdo?
—Sí, mi vida. No sabes cuánto me duele recibir esta noticia—le respondí mientras las lagrimas corrían por mis mejillas.
Al momento que se fue, subí corriendo a mi cuarto, me encerré y no paré de llorar, hasta que me quedé dormida. Era horrible el pensar que no lo volvería a ver. Yo lo amaba y no podía perderlo.
Al día siguiente, estuvimos desde temprano juntos. Fuimos a desayunar, caminar y a disfrutar el último día que podía estar con él. Me invitó a comer a casa de sus papás y por supuesto que acepté. Al llegar a su casa nos percatamos de que no había nadie. Nos sentamos en la sala a ver una película. De repente, me empezó a besar como nunca lo había hecho. Era una sensación maravillosa. Todo empezó a acelerarse.Los besos y caricias cada vez eran más intensos y en ellos podía sentir todo el amor y el deseo que me tenía. Terminamos en su cuarto. Me hizo el amor, por primera vez, de una forma tan linda y especial. Fue muy excitante sentir como acariciaba mi cuerpo, y yo, el suyo. Nunca olvidare este momento.
Pasaron dos meses. Él seguía en Chihuahua. Yo tenía un mes de retraso. Sabía que estaba embarazada. Decidí hablarle por teléfono  y darle la noticia.
—Mi amor, seremos papás. ¿No te da gusto?
—No lo puedo creer. Esa es la mejor noticia que he recibido. Te amo, Ale. Prometo ir este fin de semana a verte y aprovecho para hablar con tus papás.
—Me parece perfecto. Aquí te espero, mi vida.
Llegó el día de verlo. Estaba muy emocionada, porque tenía muchas ganas de besarlo y abrazarlo. Las horas pasaban y él no llegaba. Eran las 17 horas y él quedó de llegar a las 15. Estaba muy nerviosa pues no podía entender el porqué su retraso.

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